CAPÍTULO DIEZ

10 - No sé que está pasando

Hace días siento patadas en el estómago, como si algo hubiera entrado para hacerme cosquillas sin permiso. Parecen mariposas revoloteando por dentro, que hacen que me ponga nerviosa cuando te tengo delante.

Siento la necesidad de hablarte a cada minuto que pasa, de picarte para verte la sonrisa fea que tienes, de que llegue viernes para verte en rutina (viernes, sábado/domingo, lunes). Me pongo nerviosa cuando quedan horas para verte, y me levanto con ganas al día siguiente.

Mi corazón late mas fuerte que nunca, y no consigo pararlo. A veces tengo miedo de perderte y otras de tenerte, por que si te pierdo no te tengo, y si te tengo no quiero perderte. Qué difícil dices que eres. Y que perfecta me pareces a mí.

Me gusta porque cuando hablo de vivír

el mundo es el resto

y ella

es la que suma.

Me gusta porque a su lado

miro a la libertad a la cara,

la toco

la beso

me veo ahí y entonces nunca

me atrevo a irme del todo

por miedo a ser libre sin sus alas.

He vuelto a sonreirle al corazón, al amor, a ella. Ahora todo es marrón bonito, como su mirada, y solo quiero naufragar en sus ojos. Hace magia, aun que ella aún no lo sabe. Convierte días naranjas en azules celestes y de vez en cuando me acompaña a bailar con su boca; Que por cierto, ese baile sí que se le da bien. 

Te juro que tengo los ojos abiertos,
te he visto dudar de ti misma y contradecirte al mismo tiempo.
te he visto no gustarte frente al espejo,
y gustarte cuando le dejas a mis ojos ser tu espejo.

Aquél anciano, señor Felipe

Hoy he vuelto a hablar con el anciano de siempre.

Me ha abierto sus brazos para que le estrechara las manos, y no lo he dudado.

Nunca pierde su vitalidad ni la sonrisa, sigue siendo puntual, a las 4 allí está él en medio de la calle dandose su paseo, aunque ahora a cambiado un poco, le acompaña una silla de ruedas. 

Su nombre es Felipe, señor Felipe, y siempre llevaba los bolsillos repletos de caramelos de menta que picaban toda una hora. Chocarle la mano era una obligación y su sonrisa era perpetua.

Llevo 16 años sintiendo que nunca envejece, sigue siendo el mismo, no cambia. Y parece mentira, pero tiene sus 90 años y el tipo aguanta como un campeón, quién pudiera llegar hasta él. 

MIEDO

Tengo miedo, tengo miedo a muchas cosas.

Miedo a perder todo, a quedarme sin nada. A no ser nadie, a perder la vida.

Me da miedo la oscuridad, los monstruos, y las películas de terror.

Tengo miedo a que me olviden, a no ser recordada por nadie si mañana me fuera.

Miedo a no ser capaz de salir adelante, a quedarme en un pozo.

Me da miedo la vida, la calle, la gente y hablar en público.

No entiendo exactamente que tengo que entender como AMOR.

Pero creo que ya he caído en la cuenta que el AMOR solo trata de quererse para nadie, y en ese bloque solo existe la família.

CAPÍTULO NUEVE

9- Vuelvo para hacerte feliz.

Ei, qué tal? te acuerdas de mí?

He estado mucho tiempo desaparecida, pero hoy vuelvo a aparecer, y con muchas ganas de escribir.

Hoy es un día un poquito gris.

Alguna vez te has sentido fuera de lugar? Seguro que sí. Pues yo hoy, siento que no aporto nada. Me siento impotente, impaciente, absurda...